viernes, 10 de agosto de 2012

Relatos de verano: Lo peor del calor es que te importe tener calor

Pateando la calle en verano
Foto original de Vicente Baos
"Puso la cabeza debajo de la manguera para refrescarse y acabó empapada por todo el cuerpo. Ja ja... me encanta disfrutar del verano y su calor", dijo Carmen. Hacía calor, quizá un poco más de calor de lo esperado para el mes de Agosto, pero para mí era un calor insufrible, dado que mi termorregulación era muy deficiente. O tenía mucho calor o mucho frío y el rango de confort en cuanto a la temperatura era anormalmente estrecho. Estaba escondido en la sombra del porche bebiendo agua de limón fría. Odiaba el aire acondicionado porque pasaba mi cuerpo a un estado cercano a la tiritona, sin exagerar. Y así, buscando el difícil término medio térmico intentaba pasar el verano.
Ir a la ciudad era un suplicio. La temperatura en las calles asfaltadas era cercana al fulgor incandescente de Mordor. Pisar sus aceras, cruzando continuamente para buscar la sombra, provocaba el amojamamiento de mi piel, cercana a la quemadura de segundo grado. La camisa se llenaba de gotas puntuales que poco a poco se transformaban en ronchas oscuras que destacaban sobre el color de la ropa. El cogote perdía una cantidad ingente de líquidos, achurretando los pelos y la frente adquiría la textura del bacon poco hecho. Carmen, sin embargo sudaba ligeramente sobre el labio superior, manteniendo un entusiasmo caluroso totalmente inapropiado.
De repente, me dijo: "Ven, tengo una idea, allí hay una tienda que tiene las puertas abiertas pero hace mucho fresquito dentro. Debe ser de esos aires acondicionados que hacen un chorro frío de barrera".
Entramos y busqué acomodo en un punto intermedio, en el interior, pero cercano a la salida. No se estaba mal.
Ella entraba y salía cada 3 minutos para disfrutar más del contraste.
Y lo mejor de todo, no nos cogimos ningún catarro.

1 comentario:

  1. Te felicito por la calidad de las fotografías que nos presentas en cada post.
    Supongo que lo han pasado harto mal este verano, tanto por las altas temperaturas como por la sequía y los incendios...He visto que muchísima gente lo ha perdido todo, que es peor que lo que sentimos físicamente con una termorregulación deficiente.

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